Natalia Verbeke es el morbo personificado, una mujer que sin ser especialmente guapa, sí que tiene un morbo que no se puede aguantar, un morbo al alcance de pocas.
Una mujer con pechos grandes, mirada lujuriosa, y una sonrisa sensual, lasciva, y auténticamente apasionante, increíble y sorprendente porque no te la esperes.
Estoy totalmente enamorado de ella, por los siglos de los siglos, amén, hasta el fin de los tiempos, porque es ‘cuasiperfecta’, lo tiene todo, se mire por donde se mire.
Una mujer con la que te gustaría perderte allá donde ella quiera llevarte, allá donde ella decida yacer, y tú con ella, tanto tiempo como ella te pida.
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