jueves, 21 de abril de 2005

"Los delitos de sangre son los que más me revuelven" - Al filo de la ley

Hace tres semanas, Natalia Verbeke (Buenos Aires, Argentina, 1975) se incorporó al bufete Álvarez y Asociados. En torno a esta firma de abogados se desarrollan las tramas de Al filo de la ley, la nueva apuesta de TVE-1 para el horario de máxima audiencia de los jueves (22.00). La serie, rodada en formato de alta definición, aborda casos reales que a diario llegan a los juzgados y combina drama, investigaciones criminales y sentimientos. Verbeke comparte cartel y despacho con Emilio Gutiérrez Caba (que interpreta a Gonzalo Álvarez, el jefe), Fanny Gautier (Patricia Muñoz, brillante letrada) y Leonardo Sbaraglia (el idealista Álex Villar, que mantiene una relación sin compromisos con Patricia y que es un antiguo amor de Verbeke / Elena Castro). La joven actriz argentina regresa a televisión tras la amarga experiencia de El Pantano, producción de intriga que Antena 3 dejó de grabar en el octavo episodio de los 13 comprometidos.

Pregunta. ¿Qué le convenció de Al filo de la ley para aceptar la propuesta?
Respuesta. Me interesaron los guiones, con historias muy bien cerradas y un personaje muy bien escrito. Y el reparto, obviamente. También me interesaba trabajar en alta definición, que es lo más parecido a hacerlo en cine.
P. ¿Este trabajo le obliga a aparcar otros proyectos?
R. No es que me obligue, sino que no puedo estar haciendo esto y otra cosa al tiempo. Soy incapaz de interpretar dos personajes a la vez. Necesito centrarme en una cosa.
P. Después del trago amargo de El Pantano, TVE presenta Al filo... como su "gran apuesta de ficción" para esta temporada. ¿Produce vértigo esa confianza?
R. Vértigo no. Me encantaría que la serie funcionase por encima de todo, porque estamos muy contentos con cómo están saliendo las cosas, pero lo que más me importa es hacer bien mi trabajo. Si luego funciona o no, como no depende de nosotros...
P. Televisión Española sugirió a los responsables de la serie que se hiciera especial hincapié en su carácter didáctico. ¿Qué puede aprender el espectador de Al filo... del sistema judicial español?
R. Mucho. Todos sabemos que existen las leyes y que podemos denunciar, pero no sabemos el qué ni el cómo. Trabajando en esta serie me doy cuenta de las ocasiones en que puedo usar la ley. También desmontamos los prejuicios e incluso el miedo que algunos tenemos hacia los abogados.
P. ¿Qué le enseñaron las visitas que, junto al resto del equipo, realizó a los juzgados de Madrid para preparar su personaje?
R. Allí aprendí la actitud de los abogados cuando están ante el tribunal o en el bufete, que no tiene nada que ver una con otra, cómo se comportan, cómo se mueven, cómo hablan, cómo interrogan...
P. De los casos judiciales que trata la serie, ¿cuáles le son más difíciles de abordar?
R. Los penales, los delitos de sangre son los que más me revuelven. Incluso me pasó cuando fuimos a juicios, de los que salía bastante hecha polvo. Cuando ves que la ley no te acompaña...
P. ¿Y se siente más a gusto en las tramas de intriga y en las de tribunales o en las personales, involucrada en un triángulo amoroso junto a Leonardo Sbaraglia y Fanny Gautier?
R. En las personales disfruto más.
P. Siempre le asigna un perfume a cada nuevo personaje. ¿A qué huele Elena Castro?
R. A albaricoque. Lo huelo y sé que es ella.